8 de enero de 2008

Historia Actual: acerca de lo que nos preocupa en la actualidad

Probablemente cada uno de nosotros se ha preguntado en repetidas ocasiones como pensaban su sociedad y su mundo las personas que vivieron en siglos diferentes al nuestro. Es impresionante descubrir como, a través de la historia de las mentalidades especialmente, podemos comparar pensamientos tan distanciados unos de otros. ¿Pero acaso no les resulta tan impactante como a mí notar una fuerte ruptura entre todos aquellas ideas y las nuestras propias?. Parece que con el transcurso de los años estamos cayendo en una especie de espiral de olvido por el pasado y diversidad por el futuro, que hace cada vez más complejas las sociedades y que hasta nos hace dudar si esto no terminará con un catastrófico final.
En este artículo me propongo reflexionar através de algunas de las ideas que están haciendo mover a la sociedad hoy en día, para ver si estas ideas son completamente nuevas o vienen dadas de un proceso de evolución de épocas anteriores, y así poder comprobar o no, si este sentimiento que tengo de desgarre con el pasado tiene fundamento o es pura ilusión.
Investigando encontré un artículo en una revista que había tomado una posición completamente opuesta a la mía. Esta decía “Es interesante ver cómo a lo largo de los tiempos de que tenemos constancia histórica, el sentimiento de una generación hacía la siguiente parece no cambiar”.
Dicho artículo, comprobaba su hipótesis exponiendo una secuencia de pensamientos acerca de la disciplina de los niños tomados de un mismo momentos histórico: la Grecia precristiana:

1-Aristófanes, siglo V a.C.
“Los viejos tiempos en que, aunque parezca mentira, se les veía a los niños pero no se les oía, llevaban una vida sencilla, en definitiva eran bien educados".

2-Inscripción atribuida a un sacerdote egipcio 4000 años a.C.
Nuestra tierra está degenerando; los niños ya no obedecen a sus padres.

3-Sócrates, siglo IV a.C.
Ahora los niños aman el lujo. Tienen malas maneras, desprecian la autoridad, no muestran respeto por sus mayores y les encanta molestar. Ya no se levantan cuando entran las personas mayores. Contradicen a sus padres, engullen golosinas en la mesa, cruzan las piernas y son tiranos con sus maestros.

Leyendo estos pasajes no creo que resulte difícil imaginar que podrían haber coincidido, incluso en el mismo orden, con la sociedad que iría de 1990 a la actualidad por ejemplo. Esto crearía la impresión de que la humanidad no hace más que ir y venir por un amplio círculo vicioso que se repite en diferentes épocas. Así Aristófanes podría tranquilamente estar hablando de 1990 hasta 1950, el sacerdote egipcio de las décadas de rebeldía y cultura hippie, rock, pop, etc. del 60´, 70´ y 80´ y 90´ y Sócrates de los niños del 2000.

Sin embargo mi sentimiento de falta de pertenencia con el pasado va más allá. Es como que este interesante artículo que encontré no agotaría todas mis dudas.
Finalmente terminé encontrando otro que me hizo llegar a una conclusión y me mostró además un detalle que había pasado por alto con referencia al artículo anterior.
Este nuevo , de Diego Peris, trataba sobre el problema de situar el cristianismo en la nueva cultura, y si era posible vivirlo realmente en un entorno tan cambiante. Entre los problemas que abordó se encontraban: el reto que le plantea a la fe la globalización, el pluralismo social y en la iglesia, la paz y la justicia en el nuevo marco del mundo civil, etcétera. Luego de exponer el típico resumen de las ideas filosóficas, políticas, etc. de los pensadores más famosos desde Aristóteles hasta Bloch, para mi sorpresa, expone prácticamente de igual modo que yo, ese sentimiento de desajuste entre dichas ideologías y la actual. En sus propias palabras “Si somos sinceros, hoy nos sentimos a mucha distancia de éstas ideas que no hace mucho aun alimentaban nuestra mente y nuestros ideales” .
Investigando sobre la globalización y el pluralismo social terminé por concluir que si bien actitudes y pensamientos humanos pueden repetirse como lo planteó el primer artículo, la originalidad que nos brinda la actualidad y que nos hace ver que ya no hay vuelta atrás, es que con procesos como ellos ( la globalización, el pluralismo ) no es toda la sociedad que se mueve por los mismos caudales, sino que cada individuo opta por cual moverse, creando así, una especie de maraña de pensamientos o red de tela araña.
Estoy de acuerdo con Peris cuando dice que “esa emancipación prometida por la subjetividad y la autonomía no ha conseguido crear una mejor situación”. De hecho pareciera que un fuerte sentimiento de falta de procedencia anda aquejando, al menos ya a dos, Peris y yo ( aunque estoy segura que muchos más ) individuos de esta sociedad. Sentimiento que nos invade porque ahora depende de nosotros, de cada uno independientemente, crearse aquellas pautas, ideologías, actitudes a seguir, ya que la sociedad no nos la brinda por sí misma, o por lo menos solo nos ofrece una coctelería de ellas. Seguramente este sentimiento no invadía a las sociedades anteriores dado a que de una manera u otra ya les venía legadas como algo natural.
Sería entonces una decisión prudente que cada uno se sentara a reflexionar: ¿Qué quiero ser?, ¿Qué minisociedad (de un solo integrante) quiero crear?
Este artículo no tiene originalidad alguna, debo admitirlo. Es sólo uno más de los tantos que se vienen haciendo en nuestros días, que tratan de encontrar la causa de los males y problemas que aquejan a la actualidad, en un intento de buscar un antídoto en las sociedades lejanas que nunca llegará porque ya no se puede hablar en los mismos términos que antes, ha sucedido algo, se ha efectuado una tremenda ruptura.
Sólo espero haber planteado el tema de manera clara para que cada uno le encuentre un significado a esta pregunta, no de donde vengo sino ¿Hacia donde vamos?.


de Verónika Gazi.

1 comentario:

Yo dijo...

Siempre es lo mismo, la historia es malditamente cíclica