1 de noviembre de 2007

El concepto de cultura a la luz de diversos cuestionamientos

Las culturas consideradas primitivas no son de hecho menos complejas que las denominadas superiores: esto ha sido probado en la vida religiosa, la expresión lingüística y otros productos culturales.
Genéticamente el estudio del problema se entiende como la investigación sobre la naturaleza del impacto que la cultura imprime sobre el niño en desarrollo. Los procesos como la imitación, la sugestión y la formación de los hábitos tienen lugar dentro de un área que está limitada, por un lado, por las experiencias culturales, y por el otro por el ámbito de sensibilidad que tiene el ser humano como unidad biológica. Así todo el comportamiento humano como se sabe es o bien aprendido o bien modificado por el aprendizaje. Las experiencias de los niños varían extraordinariamente con las experiencias con el grupo particular en el cual el niño se desarrolla.
Basta señalar las diferencias que se observan en el niño que crece en el campo y el que se cría en la ciudad.
Talvez podríamos colocar el punto de vista psicoanalítico en el enfoque genético, aunque las ideas de Freud sobre la cultura no han sido estrictamente comprobadas y su interpretación de los hechos que se presentan en las culturas de Australia Central (expuestas en Totem y Tabú) han sido fuertemente criticadas por antropólogos bien conocidos como Boas.
De las teorizaciones de Freud se desprende una actitud constantemente negativista hacia la cultura occidental la que según él precipita y multiplica la incidencia de muchas neurosis.
Creía Freud que algunos mecanismos como la represión, la proyección, la sublimación, etc., operaban básicamente de la misma manera en todas las culturas pero en grado diferente y daba una importancia fundamental a la organización familia independientemente del tipo de cultura. Malinowsky ha demostrado, sin embargo que los conflictos producidos por el choque con los standars morales y convencionales de las tribus y la conducta de sus individuos también se presentan en los pueblos primitivos. Del mismo modo hay ciertas conductas originales y que se salen de las normas del grupo como lo demuestra el gran número de nuevos profetas que aparecen en los pueblos primitivos todos los años.
Finalmente como resumen de este problema que solo puede ser someramente señalado en una nota quiero extraer algunas conclusiones generales que se desprenden de la lectura de los autores contemporáneos:.
1ª) La personalidad se desarrolla y cambia constituyéndose constantemente con el total de sus propias contribuciones más las del ambiente.
2ª) Existen moldes culturales que asimismo se desarrollan y cambian como respuesta a las impresiones de todas las personalidades individuales que intervienen.
3ª) Se presenta un proceso selectivo que tiene lugar cuando el molde cultural choca con la personalidad que actúa como filtro y elige el material que pueda ser aceptado por una personalidad determinada.
4ª) Cultura y personalidad constituyen una continua interacción desde el nacimiento hasta la muerte y esta interacción puede ser estudiada solamente sosteniendo un punto de vista organismico y no por enfoques parciales.

La cultura transfigura la naturaleza pero es un proyecto al que la naturaleza impone límites estrictos.
La palabra “cultura” puede ofrecer dos caras: sugerir una división en nuestro propio interior, una división entre esa parte de nosotros mismos que cultivamos y refinamos, y otra parte que sirve como material crudo para ese refinamiento. La naturaleza ya no es la sustancia del mundo, sino la sustancia amenazadoramente apetivia del ego. “Naturaleza” también significa las dos cosas, lo que nos rodea y lo que yace dentro de nosotros. Nos parecemos a la naturaleza en que, se nos empuja a darnos forma, nos distinguimos de ella en que nos podemos dar esa forma a nosotros mismos, introduciendo así en el mundo un grado de autorreflexividad al que no se puede aspirar el resto de la naturaleza.
La cultura debe funcionar como un potencial previo dentro de la propia naturaleza humana. La naturaleza carece de algo, nuestra capacidad para elevarnos hasta alturas que no alcanzan otras criaturas vivas nos es totalmente necesaria porque nuestra condición natural es mucho más “innatural” que la de nuestros semejantes.
El Estado es esa esfera trascendente en la que las divisiones se pueden reconciliar armoniosamente, ya debe haber ejercido su acción en la sociedad civil aplacando los rencores y refinando las sensibilidades. Este proceso es lo que conocemos como cultura.
Para ser ciudadanos, debemos ser personas. El Estado, encarna la cultura que, es la plasmación de nuestra común condición humana.
Poner la cultura por encima de la política, significa que la política se debe mover dentro de una dimensión ética más profunda.
La cultura y el Estado son una especie de utopía anticipada, no necesitan resolver a nivel político. Quienes proclaman la necesidad de un período de incubación ética que prepare a los hombres y a las mujeres para la ciudadanía política, los mismos que niegan a los pueblos coloniales el derecho al autogobierno hasta que sean suficientemente “civilizados” y puedan ejercer su propia responsabilidad.. son los intereses políticos los que normalmente gobiernan a los culturales, y, al hacerlo, definen un modelo particular de la humanidad.
La cultura es extraer nuestra común humanidad de nuestra individualidad políticamente sectaria, liberando al espíritu del mundo de los sentidos, arrebatando lo imperecedero a lo contingente y obteniendo unidad de la diversidad. Sublunares egos no son anulados, sino refinados desde su interior por mediación de una naturaleza humana más ideal. La cultura es una forma de subjetividad universal que opera dentro de cada uno de nosotros, igual que el Estado es la presencia de lo universal dentro del ámbito particularista de la sociedad civil. No se opone frontalmente a la facticidad.
La cultura debe actuar como un tipo de critica inmanente o reconstrucción, alojándose en el interior de una sociedad no regenerada para así romper sus resistencias a las tendencias del espíritu. En la era moderna, la cultura se convertirá en una sabiduría olímpica o en un arma ideológica, una forma aislada de critica social o en un proceso totalmente engranado en el statu quo, Raymond Williams, sus tres sentidos modernos, significado próximo a “civilidad”,
“Civilización” quitaba importancia a las diferencias nacionales, mientras que la “cultura” las subrayó. La tensión entre “cultura” y “civilización” tiene mucho que ver con la rivalidad entre Alemania y Francia.

Gazi, Verónica.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Deberíais poner las citas bibliográficas correspondientes a ese ensayo en lugar presentarlo como algo propio, en primer lugar para dar más amplitud y argumentación teórica a lo que planteáis, y en segundo lugar porque esos planteamientos y enfoques ya tienen autores.